Para una transición energética justa y socialmente transformadora es necesario poner la energía renovable en manos de las comunidades y de la ciudadanía. Las instalaciones de generación de energía renovable comunitarias son aquellas propiedades de un colectivo de personas autoorganizadas, con la finalidad de promover un cambio de modelo energético hacia un 100% renovable, descentralizado y socialmente justo. De esta forma, impulsando estos proyectos, se ayuda a construir una sociedad más activa y concienciada que se involucra de forma directa en asuntos de capital importancia como la producción, la distribución y el uso de energía. El impulso de la energía comunitaria es clave en el camino hacia una economía descarbonizada y un paso ineludible para abordar la emergencia climática. Nuestra sociedad necesita abandonar, lo antes posible, los combustibles fósiles y transitar hacia una sociedad justa y sostenible. Esto significa un nuevo sistema energético que sea 100% renovable, de propiedad colectiva y democrática, que vele por el bien común del conjunto de la sociedad presente y de las generaciones futuras.